Ayer domingo 27 de enero, viaje a
Córdoba, el motivo una excursión organizada por el hogar de mayores, de la
calle República Argentina, de Don Benito. 12 euros y una de las variadas casas
comerciales del mercado, que organizan estos eventos comerciales con los jubilados.
Confieso que ha sido el viaje más satisfactorio, de los varios de estas características,
que he realizado.
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Meson donde paramos a tomar cafe |
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Un paisaje ondulado de lomas y colinas, embuelto en brumas, en las proximidades de Córdoba |
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El río Guadalquivir, al fondo la ciudad de Córdoba |
Puntualmente a las siete de la
mañana, salimos en autobús, dirección: Villanueva, La Coronada, Campanario,
Castuera, Cabeza del Buey, Benalcázar, Hinojosa del Duque, Peñarroya, parada
para tomar café y aliviar las vejigas y hacer el último tramo hasta Córdoba.
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Francisco el comercial, dando su charla de venta de productos |
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los asistentes, comprobando la bondad de los productos ofertados |
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Horno para cocinar al vapor, compre uno, haber si bajo de peso |
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Los participantes en la excursión, atentos a la charla |
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Buenos servicios y buena comida |
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el joven y eficiente camarero |
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La cocina y el otro camarero |
Bordeamos la ciudad, por el este
y el sur, y nos dirigimos al Rincón de la Victoria, en un restaurante de esta
pequeña localidad a 22
kilómetros de Córdoba: desayunamos, tuvimos la charla
comercial, compramos algún producto y nos dieron una merienda, -como el
desayuno, limpia sabrosa y abundante, con un atento servicio- sobre las tres,
regresamos a Córdoba, para conocer un poco de la ciudad.
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Nos aproximamos a Córdoba |
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La torre de la Calaorra, el puente romano, la Mezquita y la Catedral |
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Una forma de sobrevivir, al fondo los molinos de río |
Teníamos guía turística y el
grupo se dividió, unos no podían caminar mucho, y se quedaron en un bar, cerca
del autobús, otros entraron a visitar la Mezquita, otro grupo se perdió con las
compras, cuando me di cuenta, solo quedamos la guía y yo. Hice la opción de
callejear por el barrio judío del entorno de la Mezquita.
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La puerta de entrada, desde el puente romano |
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Los muros de piedra, de la Mezquita |
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El patio de los naranjos, de la Mezquita |
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Patio renacentista, de un establecimiento hostelero |
La tarde no acompañaba, un cielo
cubierto y gris nos privo de fotografías más luminosas, aprovechamos el tiempo
y disfrute de la simpatía y las enseñanzas turísticas de a partir de entonces,
mi guía. No conocía nada del casco histórico de Córdoba, todo fue nuevo para mí,
he quedado enamorado del encanto de sus calles, rincones y edificios, de sus
patios y la música del agua de sus
fuentes… de tantas cosas, hay que volver con más tiempo en el mes de Mayo.
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La Sinagoga de Córdoba |
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Con la Guía, en el patio de la Casa Andalusi |
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Claustro Mudejar, del Zoco de Córdoba |
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El callejon de las flores, la Guía, otra flor cordobesa |
Callejeamos, visitamos la casa andalusí,
la sinagoga, un zoco comercial, ubicado en un esplendido claustro mudéjar, el callejón
de las flores, -no llega a dos metros de anchura- bordeamos la Mezquita, y
curiosee: el interior de varios edificios hosteleros, instalados en magníficos
edificios rehabilitados. Que privilegio el de las personas que puedan vivir, en
ese entorno tan monumental, pulcro, blanco y sencillo. Todo gira alrededor del
comercio de artesanía, la hosteleria y los servicios.
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El callejon de las flores, desde el otro extremo, al fondo la torre de la catedral |
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Portada gotica, de un antiguo convento |
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La fotografía de rigor, ante el Cristo de los Faroles |
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Dejamos Córdoba, de regreso a Don Benito |
A las cinco y media cruzamos de
regreso al autobús, el magnifico puente romano, visionamos exteriormente, la
torre de la Calahorra y nos dirigimos a visitar el Cristo de los Faroles. Un pavimento
empedrado, un marco arquitectónico rectangular de arquitectura medieval y un
monumento universal, que se presta a un cierto recogimiento y a la fotografía
de rigor para el recuerdo. Montamos en el autobús y emprendimos el viaje de
regreso, a las 9 de la noche, estábamos todos en nuestras casas.
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