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domingo, 7 de abril de 2013

!! EL RÏO GUADIANA Y LA ÜLTIMA RIADA !!


Las continúas y aunque intermitentes, prolongadas lluvias del pasado mes de marzo, sobre la cuenca hidrográfica del río Guadiana, las más copiosas de los últimos 60 años, han acumulado casi el 100% del agua que se puede embalsar,  en los 5 pantanos, tres del Guadiana y dos del Zujar, su afluente más caudaloso, obligando en una cautelar medida, al desembalse de ingentes cantidades de agua de los mismos.

Inusual aspecto del río Ortigas, el lunes 1 de abril

Más aya, de la oportunidad del momento elegido, para aliviar los embalses y de las considerables pérdidas en la agricultura, de una buena parte del regadío de las Vegas Altas y Bajas, de la provincia de Badajoz; son impresionantes e inusuales, las imágenes del desbordamiento del cauce del río Guadiana, en su habitual  y placido discurrir, por toda la provincia de Badajoz.

 
El seto del río Ortigas, desbordado por las turbias aguas de las lluvias

 
El pasado 1 de abril lunes de pascua, cámara en ristre me dispuse, después de degustar varios platos de las diferentes calderetas, preparadas por las cofradías de Don Benito en la Ermita de las Cruces, a inmortalizar en unas imágenes, la salvaje belleza de las aguas desbordadas del río Guadiana.

 
El río Ortigas, a su paso bajo el puente de la carretera de Las Cruces

 
Entre la ya mencionada Ermita de las Cruces y Don Benito, discurre el cauce del río Ortigas, afluente del Guadiana, nunca lo había visto tan crecido y desbordado, estaba igual de impresionante río arriba del puente, -donde se ubican media docena de antiguos y más que centenarios molinos de trigo- que río abajo. Un cauce que en verano permanece casi seco, cubría con su abundancia de agua, todos los fustes que soportan el peso de los arcos de medio punto, del recientemente renovado puente.

Explosión de colores, de la corteza vegetal del campo, en las inmediaciones del Ortigas

La inconfundible sierra de la Ortiga, y la diversidad de colores de la flora, en las próximidades del río

El campo estaba sencillamente esplendido, el sol iluminaba la exuberante corteza vegetal, pletorita de hierbas y profusas flores, los olivos limpios y preparados, para dar una excelente próxima cosecha.
 
El río Guadiana, el lunes 1 de abril, inmenso y avasallador
La zona de merenderos inundada, por el caudal de las aguas


La carretera de Miajadas, tragada por las aguas
Dos colores en el agua, la zona más próxima al cauce del río, revuelta, la zona inundada, más nitida

Al fondo de la imagen, la inmensidad de la riada

La carretera de Miajadas, cortada por el agua
 
Me dirigí rodeando Don Benito, a la antigua carretera de Miajadas, cuyo puente sobre el río Guadiana, estaba cortado por el desbordamiento del río. Nunca había observado nada igual, el cauce desbordado tenia, más de un kilómetro de anchura, cuando su aspecto habitual es de poco más de 100 metros; daba igual mirar río arriba, que hacia abajo, la visión era impresionante. Un continuo peregrinaje de vecinos curiosos, dispuestos con sus cámaras o móviles, a inmortalizar el desbordante discurrir de las aguas, ocupábamos intermitentemente, la calzada del puente.
 
El cauce del río Palomillas, visto desde la cabezera del pantano de Alange

 
Cubierta de la presa de Alange y una de las sierras donde se apoya


El pantano de Alange, visto desde su cabecera

El pasado miércoles 3 de abril, circulando dirección a  Almendralejo, pase por la cabecera del pantano de Alange, el único de la cuenca del Guadiana, que no ha tenido que desenbalsar sus aguas. Vello aspecto de su cauce río abajo, por la explosión de color del manto vegetal, de las riveras del mismo. Desde la presa del pantano, el oro liquido que significa el agua embalsada, que asegura el regadío y el abastecimiento, para media docena de años, no se capta en la serena placidez de la inmensidad de sus aguas.

 
Iglesia Parroquial de Solana de Los Barros


Esplendida Casa Solariega, del siglo XIX, de Solana de los Barros

Magnifica imagen de Cristo con la cruz, del siglo XVII, de la Iglesia de Solana
 

Desde Almendralejo, después de saludar a mi ahijado José-Antonio, reemprendí el viaje hacia Puebla de La Calzada, donde he pasado unos días, con mi hermano Julián y mi cuñada Cati. En Solana de Los Barros, me detuve unos minutos para conocer la Iglesia, austero edificio, totalmente exento, en una plaza cercana, fotografíe una amplia casa solariega de finales del siglo XIX; continúe el viaje y pare en Lobón, desde su mirador denominado “El Balcón de Extremadura” contemple el impresionante aspecto que ofrecía el río Guadiana, a su paso por “Las Vegas Bajas”. No hay palabras, mejor contemplar las imágenes; hasta la autovia, tenia cortado uno de sus carriles, por la fuerza del agua.
 
El río Guadiana, visto desde Lobón, corriente abajo

El  río Guadiana, visto desde Lobón, corriente arriba
 
La antigua central electrica, rodeada por el agua
Un carril de la Autovia, cortado por el agua

Quede impresionado, con la visión de tanta agua.
 
El viernes 5 de abril, visite la población pedanea de BARBAÑO, poco más de 700 habitantes, que había pasado dos noches evacuada, por temor a la proximidad de las aguas. Es uno de los poblados de colonización del llamado “Plan Badajoz”, casas de colonos y un urbanismo racional e integrado en su entorno, su economia eminentemente agricola, el fruto de las parcelas familiares y jornales esporadicos en cualquier actividad, negro futuro para los más jovenes. Hable con un jovencísimo teniente de Alcalde, Sergio Tena Sáez, 24 años, estaban organizando el normal funcionamiento de la vida de la comunidad, afortunadamente, el agua no llego a entrar en el casco urbano de la población. Tienen en las proximidades, el yacimiento arqueológico de “Torre Águila”,  de época romana, muy bien recuperado, visitable y con un itinerario  turístico-cultural muy didáctico, es digno de conocerlo y visitarlo.
 
Vista aerea del poblado de colonización de Barbaño

 
Pancarta reivindicativa, por la pervivencia de las ENTIDADES  LOCALES  MENORES


Luminoso y caracteristico edificio del Ayuntamiento de BARBAÑO

Su jovencisimo Teniente de Alcalde, al pie del cañon municipal

otro joven parcelero, 33 años, poco futuro, el trabajo y fruto de las esiguas parcelas, no es suficiente para vivir
El muro inferior, sirvio de contención, para que el agua, no entrara en el poblado

Paneles del Yacimiento Arqueologíco de Torre Aguila
 
El sábado 6 de abril, en la Casa de Cultura de Puebla,  dio un recital el cantautor extremeño Luis Pastor, un publico mayoritariamente sesentón, entregado y coreando algunas de sus canciones; poemas musicados por el, de: Miguel Hernández, León Felipe, Octavio Paz, Saramago, Luis Chamizo… y un discurso en verso muy critico, valiente y comprometido, impregnado de libertaria utopia, me emociono y me hizo recordar,  años de compromisos políticos,  reivindicaciones y conquistas sociales; que la actual situación de crisis, las políticas neoliberales y la corrupción, se están llevando por delante.
 
El Cantaautor Luis Pastor y su compañera Lurdes

 
Luis Pastor, un trovador, de la rebeldia social



Luis y Lurdes, entregados al público


La Casa de Cultura, de Puebla de La Calzada
 
Esta mañana del domingo 7 de abril, he regresado a Don Benito, al pasar el río Guadiana, por la milenaria ciudad de Mérida, desde el puente de la autovía, e visionado el cauce del río, más calmado y sereno que dejaba ver sus islas y los puentes que el hombre a lo largo de su historia, ha ido construyendo para cruzarlo: el milenario puente romano; el puente de hierro del ferrocarril; el puente de la nacional V; o el ultra moderno puente Lusitania.

 
Medellín, el río Guadiana, pasa bajo el puente del siglo XVII



El Castillo de Medellín, rodeado por el río Guadiana
El río Guadiana, aguas arriba

El Guadiana aguas abajo del puente
El viejo molino de río, rodeado por el agua

La colina donde se ubica el restaurante Quinto Cecilio
 
Al llegar a Medellín, he subido a la colina donde se halla el restaurante Quinto Cecilio, desde su privilegiado mirador, he fotografiado: el río, el puente del siglo XVII, el castillo… he aparcado el coche al lado del monumento conmemorativo, de los 200 años de la batalla de Medellín, y he fotografiado el cauce del Guadiana y el milenario molino harinero, rodeado por las aguas.

 

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