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domingo, 19 de febrero de 2012

Manifestación Contra la Reforma Laboral en Cáceres

Cáceres domingo 19 de febrero, manifestación convocada por CC.OO y UGT, contra el decreto de la Reforma Laboral, aprobada en primer tramite por las Cortes.


Una mañana esplendida con un sol radiante y una buena temperatura, hacían pensar en una alta participación de extremeños en la manifestación, no es fácil hacer un cálculo, si no tienes una perspectiva visual del conjunto de la misma, de todas formas había más manifestantes de los que suelen acudir cada año a Mérida, con motivo de la celebración del 1º de Mayo.

La manifestación convocada y encabezada por una pancarta de CC.OO y UGT, cuyos estandartes y emblemas cubrían generosamente la marcha de la misma, contó también con la participación de militantes y dirigentes del PSOE, que no portaban ningún símbolo de identificación; al final de los símbolos de los dos sindicatos convocantes, una pancarta de Izquierda Unida de Extremadura, portada por dirigentes de esta formación, entre los que se encontraban los diputados de la Asamblea extremeña, Pedro Escobar y Víctor Cascos, y un numeroso grupo de manifestantes con emblemas visibles de esta formación.

No se terminaba aquí la manifestación, más atrás otro importante contingente de manifestantes encuadrados con pancartas y símbolos mayoritariamente de las asambleas extremeñas del 15M; más CNT y otras organizaciones populares, cerraban la colorista y animada manifestación

Media-hora después de la fijada, a las 12,30, la manifestación arranco de la glorieta de la cruz, enfilando por la calle lateral del antiguo paseo de Canovas. Todo marchaba bien hasta unas travesías más abajo en que un furgón de la policía nacional, aparcado en medio de la calzada y varios agentes y mandos de este cuerpo, cortaron el paso al último grupo de manifestantes impidiéndoles avanzar.

Hasta el grupo de Izquierda Unida, llego la información de que la policía, cerraba el paso al último grupo de manifestantes; estos volvieron la pancarta y fueron al encuentro de los retenidos y a pedir explicaciones de su actitud a los mandos policiales. Fui testigo de primera línea, me avance y como portaba mi nueva y generosa cámara, la policía interpreto que yo era un “periodista”, les pregunte quien había dado la orden de no dejar pasar al resto de manifestantes y me contesto un señor de paisano, Yo, le inqueri quien era y me contesto que, el Comisario de Cáceres, le pregunte el motivo de tal decisión, y me contesto “no han pedido permiso para manifestarse” volví a preguntarle si había tenido alguna orden o instrucción gubernativa y ya no me contesto. Cuando llego el grupo de Izquierda unida, el Comisario se evaporo, Pedro Escobar, negocio con el mando la continuación de todos juntos el recorrido restante de la manifestación, marcho el furgón y los agentes y al grito unánime de “el pueblo unido jamás será vencido” continuo la marcha el resto de los manifestantes.

No acabaron aquí las “anécdotas”, de nuevo la policía, ahora con los manifestantes de Izquierda Unida y los de los otros colectivos, volvió a cerrar el paso, impidiendo que el resto de manifestantes se acercaran al quiosco de la música, desde el que los dirigentes de los sindicatos convocantes, se dirigían por la megafonía a todos los manifestantes. Minutos de negociación, el mando policial por el móvil pedía instrucciones. Dos representantes cualificados de los dos sindicatos convocantes, vinieron a informar que ellos no tenían nada que ver, con la actitud odtruccionista de la policía, se caldea el ambiente y finalmente la policía se marcha. Por la megafonía se oye a Carretero secretario general de CC.OO de Extremadura, hacer un canto a la unidad, “todos somos necesarios”, para parar la reforma laboral de la discordia. Cerca de las dos de la tarde nos disponemos a regresar cada uno a su lugar de origen.

Una reflexión, ¿Por qué ese interés de la policía, en dividir a los diferentes grupos participantes, de una misma manifestación? ¿Tenían instrucciones u ordenes directas de los responsables políticos de gobernación?. Sencillamente me cuesta admitir que el Comisario de Cáceres, por su cuenta y riesgo, tomara tales decisiones.

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