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viernes, 9 de agosto de 2013

FESTIVAL FLAMENCO EN EL PATIO DEL MUSEO




Anoche, viernes 9 de agosto, el patio del Museo Etnográfico de Don Benito, se vistió de gala, para vivir una noche de cante flamenco, organizada por la Concejalia de Cultura y la Peña Flamenca de Don Benito. El recinto se lleno hasta la bandera de un público entendido, que fue acudiendo al magnifico marco, desde una hora antes de comenzar el espectáculo.

El patio del Museo, Fernando, no se pierde nada, con su eterna sonrisa

Pepe y Antonia, entre el público asistente

Confieso que entiendo muy poco de cante flamenco, armado de mi cámara ocupe una silla en primera fila, para así poder captar buenas imágenes del evento. Vi en el acto, al concejal de Cultura Manuel Núñez, y a la concejala responsable del Museo Verónica Bravo. Entre el público salude a Pepe y Antonia, dombenitenses residentes desde hace muchos años, en L´Hospitalet de Llobregat, que están pasando unos días de descanso, en su bonita casa de Don Benito.

Presentación del evento y agradecimientos
 
El jóven Juan Francisco, es arropado por los lamentos, que salen de la guitarra, de Diego de Paula
 
Juan Francisco, se contrae hacia dentro, toma impulso y envuelve al respetable con sus atronadores y modulados quejios y lamentos, es segun los entendidos, el más puro cante jondo. Decia un poeta andaluz, canta tu Rafael, que con las palabras, no sabemos decir lo que sentimos.

Toda la potencia de sus pulmones, sale atronadora por su garganta. ?se puede hacer más, siendo tan joven?

jaleado por los palmeros y arrullado por los acordes de la guitarra, Juan Francisco, dío lo mejor de si mismo
 
Juan Francisco, entregado en cuerpo y alma, cosecho los aplausos de un público muy entendido, que le agradecio sonoramente, su corage y a pesar de su corta edad, su buen hacer profesional.

Presento el espectáculo,  un miembro de la Peña Flamenca, por la indisposición de su presidente, el polifacético Juan Morcillo. Abrió el fuego un jovencísimo, Juan Francisco Carrasco, de Santa Amalia: dueño de una potente y modulada voz, que nos recordaba por su bravura, a cantaores flamencos antiguos. Me emociono ver que todo su cuerpo se entregaba, mientras de su garganta, salían unas letras muy profundas y con mucho sentimiento; como suelen ser las de todo el cante flamenco.

Diego de Paula, acoplandose a su guitarra, antes de comenzar el evento flamenco

Diego de Paula, en plena sinbiosis con su guitarra, acaricia con los lamentos de esta, al interprete que acompaña

Acompaño, con los más que acordes o notas, los lamentos que hacia salir de su guitarra, el magnifico guitarrista, Diego de Paula, de Villanueva de La Serena. Como un Centauro moderno, parecían un mismo cuerpo el mismo Diego y su guitarra; a la que hacia, con su arte y maestría,  llorar de pena, envolviendo al compás de las letras, a los dos interpretes, mientras estos, desgranaban con desgarro y sentimiento: tangos, bulerias, malagueñas…y todos los palos del cante jondo.

 
Eduardo inicia su actuación, flanqueado por los acordes de la guitarra, y la percusión
 


Cuando canta Eduardo, todo su cuerpo vibra de expresión, interpretando, al tiempo que canta


Su rostro se transfigura, el dolor le atenaza, y desgrana sus sentimientos, poniendo alma y pasión

Eduardo, descarga sus sentimientos, se serena y las letras de su cante fluyen con fuerza, envolviendo al espectador

Cuadro flamenco al completo, palmeros, percusión, cantaor y guitarrista, toda una delicia de armonia y sentimientos

El plato fuerte de la Velada o Noche Flamenca, lo puso otro joven cantaor, Eduardo Hidalgo, 27 años, natural de Valdivia. Juro que me emociono: con su potente y modulada voz, su entrega profesional, su saber estar o tablas… y el sentimiento y profundidad, que suelen tener, -no exentas de cierta tragedia- las letras del conjunto del cante flamenco.

 
Las notas de la  guitarra le acarician, le sobra la chaqueta, el sentimiento y la emoción le atenazan, sus manos dejan salir de su pecho, moduladas por su potente voz, las profundas y sentidas letras de sus canciones.

Eduardo, cuando canta se concentra y vive con la pasión que refleja su rostro, el sentimiento de las letras de sus canciones
 
En un expectaculo flamenco, no podia faltar el baile


Eduardo Hidalgo, cerro su actuación brillantemente, cosechando los aplausos de un público, entendido y entregado
 
En definitiva fue, una noche calurosa de agosto, en un marco muy adecuado, como es el patio del Museo, donde brillaron con luz propia, dos jóvenes cantaores flamencos, y un excepcional guitarrista, que esperan profesionalmente, un despegue de sus respectivas carreras; ofreciendo a raudales: su arte y su buen hacer profesional, embriagando emocionalmente, al público que se acerque a escucharles.

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